Creepypasta: La Noche de Halloween Maldita

Hace mucho tiempo en un pequeño pueblo, se celebraba una festividad única en Halloween. La tradición involucraba que todos los habitantes llevaran una máscara roja durante la noche. Nadie sabía exactamente por qué, pero se decía que esta costumbre tenía sus raíces en un oscuro pasado lleno de secretos.

La máscara roja se convirtió en un símbolo de la comunidad, y todos esperaban con ansias la llegada de octubre para poder ponerse la misteriosa máscara. Se decía que, una vez que te la ponías, te sumergías en un mundo diferente. Podías caminar entre sombras y sentirte como alguien más, como si fueras invisible.

Pero una noche, un joven llamado Diego encontró una máscara roja que no parecía ser como las demás. Esta máscara tenía un tono más oscuro y detalles siniestros. Diego, curioso como era, decidió ponérsela, ignorando la advertencia de su abuelo de no usarla.

Tan pronto como se colocó la máscara, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Se adentró en las calles del pueblo y se dio cuenta de que no había nadie allí. Era como si el mundo entero se hubiera desvanecido, dejándolo solo en la oscuridad de la noche.

A medida que caminaba, comenzó a escuchar susurros inquietantes a su alrededor. Voces susurrando su nombre y murmullos que no podía entender. Pero lo que más lo perturbó fue cuando vio su propia sombra moverse de manera independiente, como si tuviera vida propia.

La Maldición de la Máscara Roja

Diego trató de quitarse la máscara desesperadamente, pero no pudo. Estaba atrapado en esa pesadilla. Mientras continuaba caminando, las voces se volvieron más fuertes y las sombras más amenazantes. Finalmente, llegó a un callejón oscuro donde vio una figura encapuchada con una máscara roja similar a la suya.

La figura se acercó a él y le dijo en un susurro escalofriante: «Bienvenido a nuestro mundo, Diego. Ahora, eres uno de nosotros«. Diego gritó, pero nadie pudo oírlo. Desapareció en la oscuridad para siempre.

Desde esa noche, la máscara roja maldita desapareció del pueblo, pero la leyenda conocida como la «Maldición de la Máscara Roja» sigue atormentando a la gente. Cada Halloween, los habitantes del pueblo recuerdan la historia de Diego como una advertencia de que, a veces, la curiosidad puede llevarte a lugares de los que nunca podrás escapar.

Así que, si alguna vez encuentras una máscara roja en Halloween, ten cuidado. Podría ser la entrada a un mundo oscuro del que no podrás regresar.

¡Feliz Halloween! ¡Y recuerda, ten cuidado con lo que te pones en la cara en esta noche tan especial pero al mismo tiempo oscura!

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